domingo, 13 de octubre de 2013

Condicionantes


Imagen tomada de internet

Las oportunidades que se pierden
no se recuperan nunca, jamás,
lo cual invita a no dejar pasar
las ocasiones que la vida ofrece.

Es posible que se lamente siempre,
tan solo por el hecho de dudar
en el momento preciso de tomar
una opción demasiado trascendente.

La situación no se repetirá
y si por azar volviera a surgir
serían muchos los condicionantes.

Sería imposible dar marcha atrás
y, aunque incluso se llegara a sufrir
ya, de nada valdría lamentarse.

Creado el 05.10.2013
Autor-propietario:
J. Teodoro Pérez G.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que agarrar las oportunidades en el momento justo y preciso, cuando las tenemos al alcance de las manos y no dejar que escapen. Bien cierto es que una vez han pasado ya no es fácil dar marcha atrás y podemos luego arrepentirnos por no haberlo hecho. Nada hay peor que ese dichoso "y si..... lo hubiera hecho en su momento?"

Besos y feliz inicio de semana!!

la nana dijo...

ASÍ ES HERMANITO LAS COSAS LLEGAN Y PASAN Y FALTA DECIR QUE ES MUY DIFÍCIL QUE VUELVAN HERMOSO!! ME GUSTO LEERTE LA NANITA.

J. Teodoro P. G. dijo...

FG, no es infrecuente que lamentemos no haber sabido ver el valor de una oportunidad, que luego creará malestar precisamente por haberla desaprovechado. Lamentarse es inútil. Pero os errores son una forma de construir nuestra personalidad, de darle forma a nuestra conducta posterior.
Gracias, amiga por estar ahí y regalarme tus comentarios.
con afecto:
JTeodoro

J. Teodoro P. G. dijo...

Amiga Nana, el tren que se escapa ya no se puede alcanzar y el que venga mañana posiblemente venga con otro cargamento que puede que nonos interese.
Gracias por acercarte por aquí.
Un beso

Pastora dijo...

Tienes razón J. Teodoro, las oportunidades se presentan y no hay que dejarlas marchar porque Dificilmente se vuelven a presentar.

Como siempre excelente entrega.

Un abrazo amigo.

J. Teodoro P. G. dijo...

Pastora, ya lo dice el título. Cuando se escapan las oportunidades, los condicionantes hacen muy difícil que puedan presentarse de nuevo. Sin embargo, a pesar de todo, en algunos casos se dan circunstancias favorables, aunque sea una sola vez.
Y entonces sí que hay que "atrincarlas".
Un beso, amiga.