sábado, 10 de enero de 2009

Música amena

Dime si tú sentiste
aquella sensación tan estupenda
que una vez me dijiste
cuando te hice mi ofrenda,
cuando joven, te di mi amor en prenda.

Dime que no fingiste
y, como afirmabas , y yo creí,
todo lo que expusiste,
todo lo que yo te oí,
era tu amor que me dabas a mí.

Dime si aquel amor
que me ofrecías con galantería,
tenía ese calor,
tal como parecía
y no fue un resplandor, una utopía.

Dime que fue verdad
que me considerabas algo tuyo,
cuando con libertad,
decías con orgullo
palabras que para mí, eran un arrullo.

Dime que tu sonrisa
que era tan sutil y sugerente
y que de cierta guisa
me mostrabas de frente,
era tan sincera como elocuente.

Dime si has olvidado
aquel tiempo que una vez compartimos,
tú al mío, y yo a tu lado,
cuando ambos nos quisimos
a la manera que tú y yo supimos.

Dime si aquel contacto
tan noble y auténtico que tuvimos,
en verdad fue, de facto,
algo que apetecimos
y que con gran sinceridad nos dimos.

Dime con decisión
si no te da pena del resultado
al que tanta ilusión
que hubimos demostrado,
llegó porque no lo habíamos cuidado.

Dime si echas de menos
aquellas vivencias plenas, sencillas,
aquellos tiempos buenos
que con nuestras pandillas
resolvíamos todo, sin rencillas.

Dime si a ti te quedan
los rescoldos de nuestros sentimientos
y que, aún se te hospedan
uno a uno los eventos
que nos unieron como complementos.

Dime si, como yo
recuerdas la experiencia con agrado,
que también te sirvió,
como algo muy preciado
que en lugar preferente has conservado.

Dime que a veces suena
una dulce campanita privada,
una música amena
que te deja embarcada
en una añoranza, quizá exagerada.

El Puerto de Santa María, Enero'2009
José Teodoro Pérez
L-V (Colección:"Cristales grabados")
JT.-