DORADA PEANA
Pienso que te he
puesto en un pedestal
como a una estatua de
buena hechura,
lo mismo que una
bonita escultura
hecha según un canon
ideal
que hace destacar
toda tu hermosura.
Admirando tanto tus
perfecciones
posiblemente haya
olvidado amarte,
por verte solo como
una obra de arte
que solo merece
contemplaciones;
creo que no he sabido
enamorarte.
Me he dedicado a
exaltar tu belleza,
todas tus cualidades
evidentes,
cualidades desde
luego excelentes,
pero ahora sé con
toda certeza
que tienes valores
más atrayentes.
Lo mismo que si
fueras un trofeo
he empleado mucho
tiempo exhibiéndote
y aunque he estado
amándote y queriéndote
no he sabido
comprender tu deseo;
mi egoísta actitud
estaba hiriéndote.
Tú supiste vencerme
con tu amor
expresado en
palabras de ternura
que me hicieron salir
de mi locura
para empezar a verte
de otro color
e iniciar juntos
preciosa aventura.
Te bajé de la dorada
peana
para caminar de la
mano asidos
para permanecer ya
siempre unidos
desechando cualquier
actitud vana
que recuerde los
momentos perdidos.
Creado el 10.09.2011
José Teodoro Pérez
Noviembre de 2012