sábado, 4 de febrero de 2012

Brisa que se esfuma













Una brisa agradable
viene a traerle a mi cara frescor;
es como un gesto amable,
caricia de tu amor,
pétalo sutil de una hermosa flor.

Cuando la tarde cae
y la noche se acerca misteriosa
mi mente se retrae
recordando curiosa
una etapa de mi vida muy hermosa.

Este aura marismeña
es más que un aire fresco vespertino
pues este aire se empeña
con un compás cansino
cómo la vida cambió mi destino.

Ésta grata frescura
contrasta con mis preocupaciones;
esta es una locura
que de contradicciones
tiene colmadas mis aspiraciones.

La respuesta es sencilla:
éste viento me viene a recordar
un parque en una villa
donde te pude dar
más amor del que pude imaginar.

También amor me diste
un hermoso amor que me desbordaba;
sé cuánto me quisiste
y sabes que te amaba…;
nuestra relación así funcionaba.

Más la brisa se esfuma
con el mismo sigilo que llegó;
tu amor como la espuma
también se me marchó;
de todo aquello nada quedó.

Pero espero a la brisa
que llega cada tarde puntualmente;
me trae tu sonrisa,
sonrisa sugerente
que me acompaña irremediablemente.
J.Teodoro Pérez, Febrero'2012