domingo, 20 de noviembre de 2011
LA TIERRA QUEDA PREÑADA (Entre naranjos y olivos)
Entre naranjos y olivos
por suelo de Andalucía
discurre ufano su río
por las sierras y campiñas.
Le alimentan sus afluentes
que le dan aguas diversas,
de las cumbres procedentes
para que riegue las vegas.
Con perfume de romero,
hinojo, jara y tomillo,
trae aroma de los cerros
para impregnar a los trigos.
Sus paralelas orillas
llevan caudal importante,
buscando la manzanilla,
de Sanlúcar, sus lagares.
El río Guadalquivir
va repartiendo vida
para que puedan parir
las andaluzas provincias.
La tierra queda preñada
germinando sus semillas
con la riqueza del agua
que desciende desde arriba.
Los campos darán sus frutos
en sus etapas debidas;
el río sigue sus curso
inundando la marisma.
Allí las aves acuáticas:
flamencos y malvasías
viven con otras anátidas
en el sur de Andalucía..
La reserva de Doñana
es su joya más querida
porque allí es donde se guardan
especies casi extinguidas:
El lince, la cigüeñuela,
allí encuentran protección,
con la ayuda de la ciencia
y de la investigación.
En las orillas del río
se bañan las tartessianas,
desde el tiempo del olvido
cuando las aguas van calmas.
El grato olor de la Historia,
trae información concreta
que se archiva en la memoria
que el propio río contempla.
Entre naranjos y olivos,
entre trigos y viñedos,
discurre el hermoso río,
el padre de nuestros pueblos.
Entre sierras y marismas
va reuniendo las costumbres
de nuestra gente sencilla
de la campiña y las cumbres.
Arteria de la cultura
desparramada en el suelo
de la extensión andaluza
desde lejanos tiempos.
J.Teodoro Pérez, Nov.'2011
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