domingo, 22 de mayo de 2011

Espléndida tierra del Sur




A esta tierra bendita , nuestra tierra:
hermosa, espléndida tierra del Sur
adonde tiene su asiento el glamur,
bajé para amarte, desde la Sierra.

Me estabas esperando en la marisma,
libre de protocolo y de boato,
pero sí envuelta en traje de recato
mostrándote tal como eres tú misma.

Me proporcionaste buen recibimiento
sin el menor remilgo ni tapujo,
pero con una actitud que me indujo
a aproximarme a ti, a pasito lento.

Descendí la ladera apresurado
para llegar, impresionado al llano
donde me condujiste de la mano
desde el borde de tu coto vedado.

El luminoso sol del Mediodía
me disipó las sombra de tus dudas
apartando las barreras crudas
que la dura verdad nos imponía.

Avanzamos hacia el lubricán
para observar, del Sol, sus arreboles
intentando hacer confluir nuestros roles,
luchando por nuestra unión con afán.

Es muestra clara de luz y color,
ésta tierra diáfana que habitamos
donde vivimos, donde nos amamos,
donde tenemos la dicha y el dolor.

Es, en esta tierra de andaluz suelo
donde hemos tenido nuestros encuentros
provenientes de distintos centros,
donde emprendimos nuestro primer vuelo.

Aquí fue donde te quise y te amé,
donde me amaste y quisiste otro día,
donde nuestra inconsciencia nos decía
que sería aquel amor lo que no fue.

Bajo el límpido puro cielo azul
con que nuestras tierras nos obsequiaron,
nuestras inclinaciones encajaron
envueltas por sutil halo de tul.

Nuestra patria chica quiso acogernos
para enlazarnos de fuerte manera.
Tú no eres quien eras, ni yo quien era,
pero nuestros lazos serán eternos.
J.Teodoro (28.10.10), Mayo'2011